«La importancia del ambiente penitenciario radica en que es una cuestión permanente de la vida cristiana en sí, porque responde al mandato de Jesús plasmado en el Evangelio de Mt. 25, 36: ‘estuve en la cárcel y fueron a visitarme’. Al final de la vida vamos a ser juzgados por la caridad y compasión y Jesús es explícito al hablar de los presos», explica el Pbro. Manuel Zubillaga, cabeza del ambiente penitenciario y titular de la Capellanía Personal «Esperanza» de la Arquidiócesis de México.
El principal objetivo de este ambiente, explica el Padre Zubillaga, es un cambio de percepción de las familias y de las comunidades sobre los menores que cometen delitos, identificando las causas profundas y la necesidad de que toda la sociedad sea parte de la solución mediante acciones de solidaridad y misericordia.
Este año, los menores privados de su libertad serán el foco de este ambiente, pues entre los 15 y los 17 años, los adolescentes buscan incorporarse a grupos que les den identidad, ya sean “emos”, “skatos”, “darketos”, entre otros, pero pero también se encuentran los grupos delictivos, situación que los pone en riesgo y en algunos casos los priva de su libertad, explica el sacerdote.
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Es por ello que los voluntarios de este ambiente deberán capacitarse para llevar misericordia y acompañamiento a las familias que tienen a algún adolescente o familiar privados de su libertad.
Casi todas las actividades serán virtuales, por vía zoom ya calendarizadas. Sin embargo, está considerada una posible actividad presencial: una “fiesta” en los Centros de Adolescentes Privados de Libertad; no obstante, esta actividad está condicionada por los directores de cada centro.
Todas las personas que así lo deseen podrán descargar presentaciones sobre “Los adolescentes en conflicto con la ley y privados de su libertad” y cine-foros en línea y otros recursos que pronto estarán disponibles en el apartado de Recursos, de este sitio de la gran misión de la Ciudad de México.
«El impacto de las actividades de este ambiente depende de la disposición de las personas, de los coordinadores que asuman como una misión este servicio y depende sobre todo de la obra de Dios en los corazones de la gente. Es una gran oportunidad de hacer uso de las redes sociales para evangelizar, reflexiona el sacerdote.
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Las inscripciones siguen abiertas en el sitio web de la Megamisión en la sección de REGISTRO . Los voluntarios deberán llenar un formulario con sus datos generales; el registro les dará la opción de participar de manera individual o como grupo parroquial en el ambiente de su interés.
Para mayor información, consulta la guía para la Megamisión 2020 que está en la sección “Recursos” o ponte en contacto con el equipo coordinador al correo info@megamisioncdmx.org.
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