Ho en la Iglesia celebramos a San Francisco de Asís, el fundador de la orden de los franciscanos. Su gran entrega y devoción inspiró a una gran renovación cristiana que, centrado en el amor a Dios, la pobreza y la fraternidad; gracias a lo cual se convirtió en una persona muy venerada en la Edad Media.
Al iniciar su camino de pobreza radical, escribió “El cántico de las criaturas” (1226), un poema en el que alaba a Dios a través de las criaturas, el cual es considerado uno de los primeros documentos ecologistas.
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De hecho, en 2015, el Papa Francisco publicó la encíclica Laudato si‘, donde reflexiona sobre la ecología y el medio ambiente, y hace un llamado para la conservación del medio ambiente y la Casa Común: el Planeta.
De acuerdo con el Papa Francisco, toda su encíclica se inspiró en el poema escrito por el santo fundador de los franciscanos.
Cabe señalar que San Francisco de Asís es el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas. Su festividad se celebra el 4 de octubre, un día después de su muerte que se produjo el 3 de octubre de 1226 a los 44 años.
“El Cántico de las criaturas”
Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te corresponden
y ningún hombre es digno de pronunciar tu nombre.
Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol,
él es el día y por él nos alumbras;
y es bello y radiante con gran esplendor:
de ti. Altísimo, lleva significación.
Loado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas:
en el cielo las has formado
claras y preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
que es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche:
y es bello y alegre y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor,
por nuestra hermana la madre tierra,
que nos sustenta y gobierna
y produce distintos frutos
con flores de colores y hierbas.
Loado seas, mi Señor,
por los que perdonan por tu amor
y sufren enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las sufren en paz,
pues por ti, Altísimo, coronados serán.
Loado seas, mi Señor,
por nuestra hermana la muerte corporal
de la cual ningún hombre vivo puede escapar.
¡Ay de aquellos que morirán en pecado mortal!
Bienaventurados los que encontrará en tu santísima voluntad,
pues la muerte segunda no les hará mal.
Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.
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Con información de Desde la fe y Cope.