La vida de los santos que inspira a los misioneros de este siglo

San Francisco Javier, el patrono de las misiones. Foto: Especial

Las historias de vida de muchos santos han servido de inspiración a cientos de misioneros para llevar el cobijo de la palabra de Dios a quienes más lo necesitan.

De hecho, la vida de muchos misioneros culminó cuando contrajeron las enfermedades de quienes cuidaban, otros decidieron ser intercesores con Dios, para santificar la vida de los demás a través de sus oraciones y otros más, llevaron el amor de Dios a recónditos lugares. Esta es la historia de algunos santos que inspiran la labor de cientos de misioneros de este siglo.

Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones. Foto: Especial
Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones. Foto: Especial

Santa Teresita del Niño Jesús, la patrona de las misiones

Santa Teresita del Niño Jesús, también conocida como Teresita de Lisieux, es considerada la patrona de las misiones en la Iglesia Católica.

San Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia en 1997. Desde niña Teresita aspiraba llevar una vida entregada a Dios, pero no tenía la edad suficiente -16 años- para ingresar al convento; sin embargo, una oportunidad se abrió cuando viajó con familiares en peregrinación a Roma y pidió al Papa le diera la indulgencia para ingresar al convento de clausura de las Carmelitas Descalzas y su petición fue concedida.

Aunque ella nunca misionó, cierta vez escuchó hablar de un hombre, Enrique Pranzini, que había asesinado a tres mujeres en París, razón por la que fue sentenciado a muerte y ejecutado el 31 de agosto de 1887.

Antes de que se cumpliera su condena, Teresita lo adoptó como hijo espiritual y empezó a rezar por su arrepentimiento y su conversión. Poco antes de subir a la guillotina, el reo pidió un crucifijo para besarlo repetidas veces y a partir de ese momento, ella decidió orar por todos los pecadores del mundo, por los sacerdotes y misioneros. Falleció el 30 de septiembre de 1897, a los 24 años de edad.

San Francisco Javier, el patrono de las misiones. Foto: Especial
San Francisco Javier, el patrono de las misiones. Foto: Especial

San Francisco Javier, el misionero de oriente

Fue considerado uno de los más grandes misiones de la Iglesia católica, pues sólo 11 años le bastaron para recorrer la India, Japón y otros países para evangelizar.

Su labor misionera comenzó a los 35 años, cuando ya era un jesuita de primer orden. De acuerdo con los historiadores, el gran anhelo de san Francisco Javier fue misionar y convertir a China al catolicismo

Fue parte de los fundadores de la Compañía de Jesús y muy cercano colaborador de san Ignacio de Loyola. Murió prematuramente a los 42 años y fue canonizado por el Papa Gregorio XV en 1622, junto con san Ignacio de Loyola, santa Teresita del Niño Jesús, san Isidro Labrador y san Felipe Neri.

En 1972 el Papa Pío XI nombra a san Francisco y a santa Teresita del Niño Jesús como  los patronos de las misiones.

San Damián de Molokai, fue de misionero a Hawaii, donde al cuidar enfermos de lepra se contagió y murió. Foto Especial
San Damián de Molokai, fue de misionero a Hawaii, donde al cuidar enfermos de lepra se contagió y murió. Foto Especial

San Damián de Molokai

“Ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo”

Nació en Bélgica y su espíritu misionero lo hizo consagrar su vida a los leprosos de la isla Molokai, en Hawai, en donde voluntariamente se instaló en medio de los enfermos en 1873 para asistirlos espiritualmente y ayudarlos en sus múltiples necesidades.

Es conocido como “el leproso voluntario”, porque con tal de poder atender a los leprosos que estaban en total abandono, aceptó volverse como ellos.

De pequeño en la escuela ya gozaba haciendo como obras manuales, casitas como la de los misioneros en las selvas. Tenía ese deseo interior de ir un día a lejanas tierras a misionar. Murió contagiado de lepra el 15 de abril de 1889.

Con información de Desde la fe

Mensaje del Papa Francisco

Mensaje para la jornada mundial de las misiones 2020 en el contexto de los sufrimientos causados por el covid-19.

«En este año, marcado por los sufrimientos y desafíos causados por la pandemia del covid-19, [el] camino misionero de toda la Iglesia continúa a la luz de la palabra que encontramos en el relato de la vocación del profeta Isaías: «Aquí estoy, mándame» (Is 6,8). Es la respuesta siempre nueva a la pregunta del Señor: ¿A quién enviaré?» (ibíd.).

Esta llamada viene del corazón de Dios, de su misericordia que interpela tanto a la Iglesia como a la humanidad en la actual crisis mundial.

Papa Francisco.

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