Montserrat Riquelme
Ayudar, comprender y aprender, son las principales formas de acompañar a personas que están pasando por un duelo.
Ana Elena Pérez Herrasti, tanatóloga, señala que el duelo es un proceso por etapas que incia por la negación, luego la ira, después la negociación, la depresión y por último la aceptación.
“Vivir un duelo no forzosamente debe de haber existido la muerte y que este puede comenzar desde la enfermedad y que el propio enfermo vive un duelo”, señala Pérez Herrasti.
El duelo por una enfermedad
La ayuda que la familia puede ayudar a un enfermo es muy necesaria y principalmente se logra al estar en disposición y volcarse al que necesita de este apoyo.
“Ver con una forma positiva el poder encausar al otro, ayudarlo a encontrar un propósito todos los días porque ese día se lo da Dios para aprender, para invitar a tu familia a hacer mejor y agradecer lo que hacen”.
La especialista comenta que cuando se vivie un duelo, ya sea por enfermedad, muerte, pérdida de trabajo, separación, entre otros, es necesario aprender y descubrir nuevas posibilidades de vivir al no encerrarse en su propio dolor, sino en buscar más y mejor para los demás, “porque al final sigues siendo esposa o esposo, padre o madre, hij@”.
Si toda la familia vive el duelo, señala la tanatóloga, se debe intentar comprender a cada uno de los integrantes de la familia.
“Tener respeto por los sentimientos de cada uno, no el que llora más siente más. Hay gente que no es emotiva y que es el que está sufriendo más adentro. No tenemos que criticar ni juzgar a nadie cada quién sabe su dolor. Ni tampoco debemos juzgar a quienes encuentran limitantes, por ejemplo cuando no quieren despedirse de un familiar moribundo, cada uno tiene límites personales”.
Ana Elena destaca que al acompañar a alguien en duelo, se debe tener presente que son almas que sienten y tienen necesidades.
“Debemos saber y estar preparados para estar cerca de la persona, hasta donde lo permita, pero siempre estar en constante contacto, ya sea con una palabra, gesto, sonrisa, y muy importante, una oración”.