«La pobreza espiritual es la actitud de la persona disponible ante Dios y ante los demás, en especial con las personas necesitadas».

«Mientras la pandemia avanza, va dejando a su paso desempleo, crisis de salud, inestabilidad emocional e incluso espiritual, por ello nuestras actividades se centrarán en la salud emocional y los diferentes tipos de pobreza».

El año anterior, este ambiente reunió a más de mil voluntarios para llevar a cabo diversas obras de caridad en las zonas más pobres de la Ciudad de México. Asimismo, inauguraron el albergue para personas en situación de calle en la iglesia de La Soledad, ubicada en el barrio de La Merced, para permitir que hasta 400 personas tuvieran un lugar donde dormir.

Sin embargo, debido a la contingencia sanitaria, este año el ambiente de pobreza impartirá talleres y distintas actividades para concientizar sobre los estragos de la pandemia.

Este ambiente trabajará de la mano con Fundación Ama la vida, acerca de la prevención sobre los diferentes tipos de pobreza como factor de riesgo ante el consumo de sustancias psicoactivas. Además, se repartirán 100 despensas en comunidades previamente focalizadas.

«Al haber participado en las capacitaciones y/o formación de las diversas temáticas a trabajar desde el ambiente, los voluntarios adquieren conocimientos y herramientas que les permitirán replicar en diferentes momentos de la vida cotidiana, por lo que el impacto será determinado en el momento en que no solo repliquen lo aprendido, sino vivan la experiencia enriquecedora de poder ser una mejor persona y ser parte importante en el paso del otro, pero sobre todo descubrir a Dios en los diferentes rostros de pobres», concluye el Padre Rubén Sánchez.

Para mayor información sobre las actividades de este ambiente, puedes verificar su calendario de actividades en: https://megamisioncdmx.org/calendario/