Al salir de misión, por muy pequeña que la consideres, no debes de olvidar el amor a Cristo, a la Santísima Virgen María, a la Iglesia, al Papa y a sus pastores y a todo ser humano y creatura.
Te compartimos algunas oraciones para fortalecer el espíritu misionero, su vocación y su sabiduría.
Para fortalecer el espíritu de los misioneros
Padre de bondad,
Tú que eres rico en amor y misericordia,
que nos enviaste a tu Hijo Jesús
para nuestra salvación,
escucha a tu Iglesia misionera.
Que todos los bautizados
sepamos responder al llamado de Jesús:
«Vayan y hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos».
Fortalece con el fuego de tu Espíritu
a todos los misioneros,
que en tu nombre anuncian
la Buena Nueva del Reino.
María, Madre de la Iglesia
y Estrella de la Evangelización,
acompáñanos y concédenos
el don de la perseverancia
en nuestro compromiso misionero.
Amén
Fuente: Misionmadrid.com
Oración para la sabiduría del misionero
Me has alimentado con tu palabra
y enviado a amar y servir.
Un misionero, me has llamado a ser.
Incluso en mi pequeñez y en mi pecado
me elegiste para cantar el canto de tu amor,
el himno de tu misericordia,
el himno de tu justicia.
Guía mi camino, Señor.
Envíame entre las personas que has creado,
ya sea en todo el mindo
o al otro lado de la calle.
Concédeme la gracia de ser bienvenido
y el valor para destacar.
Que mis palabras impongan
al invocar tu espíritu.
Que mis actos sobresalgan
mientras demuestran tu fidelidad.
Aunque pueda vacilar,
ayúdame a levantarme de nuevo,
haciendo tu voluntad para siempre.
Y cuando me vaya, que digan:
“Ese era diferente.
Aquel conocía al Señor”.
Amén.
Fuente: crsespanol.org
Oración del misionero
Señor Jesús,
que diste tu vida por nuestra salvación,
ayúdanos a continuar construyendo
tu Reino de paz, justicia y amor.
Infunde en nuestro corazón
el deseo de transmitir tu Palabra.
Cultiva en nuestra vida el ideal de entregarnos
al servicio de los demás.
Mantén vivo el ánimo y la fortaleza
de aquellos que abonándolo todo,
cumplen tu mandato de ir por el mundo
anunciando la Buena Nueva.
Jesús, Tú que fuiste el enviado del Padre
crea en nosotros un corazón misionero
y envíanos a anunciar tu palabra.
Amén